Más que la historia fría y esquemática, me apasiona la de la gente que vivía en los entresijos de las épocas, con maneras propias de sentir y ver el mundo, en ocasiones distantes de nuestras apresuradas generalizaciones. Gente de Cuba y de España, en el siglo XIX, cruzando el océano en una u otra dirección, con sus fardos y sus ilusiones a cuestas. O gente a la que ni siquiera se le reconocía su condición humana, traída a la fuerza desde las costas de África, y sometida a la esclavitud en terribles condiciones, cuyas heridas aún sangran, pero que han dejado asombrosos testimonios de resiliencia. Muchos de ellos eran nuestros antepasados, existiendo a plenitud o sobreviviendo simplemente, sin consciencia de la posteridad ni de las categorías de análisis en que intentamos encuadrar una realidad que en gran medida se nos escapa.
También me interesa la política, la ideología, la prensa, el lenguaje, la psicología del poder…, sobre todo en la medida en que el discurso político empleaba fórmulas que se han ido reciclando hasta la actualidad, así como las voces críticas contra ese discurso y el propio sistema que lo utilizaba en su intento de perpetuarse a toda costa. Y por qué no, ciertas figuras históricas, independentistas o integristas, capitanes generales, militares de ambos bandos, sacerdotes, intelectuales, artistas y otras, desde su relación con la sociedad en su conjunto, su impacto o legado particular.
Con este propósito, suelo incursionar en libros ya olvidados, periódicos y documentos de archivo que puedan contribuir a rescatar memorias y crear una perspectiva más humana y atractiva del tiempo que nos precedió. Como alguien con formación universitaria en Ciencias Sociales, me esfuerzo por combinar el rigor en la investigación con la cercanía en la narración, para que cada entrada sea tanto una ventana a otra época como un espacio de diálogo con el presente.
